El Principio

Después de tres años dándole vida a un blog, preciso que no requiero carta de presentación. La experiencia dicta que no debí haber sido tan concisa, tan directa, tan sincera. Hay quien dice que las cosas se parecen a su dueño. Mis palabras se transparentan. A veces deseé que al leer mis palabras ciertas personas se olvidaran de mi rostro, de mi existencia, de mi autoría. Anhelaba mantener un anonimato. Nunca llueve a gusto de todos ni tampoco eternamente. Mis inicios en aquel blog me hicieron crecer. Ahora espero ir más allá. Esta vez arriesgaré, no me importa ganar o perder. Rectifico. Tendré tarjeta de presentación: mis post. Nada particular y todo de especial. En ellos se desnudará un alma, con pedacitos de mi y quizás también de ti. ¡Bienvenid@!