3.5.09

Corazonarras


El mercado emocional de primera mano se agota. Se acaba. Se extingue. Es un hecho. A estas alturas de la soledad, todos recurrimos a la segunda mano, repleta de corazones usados, maltratados, agrietados, a reformar, y eso cuando hay suerte y no están de derribo. Los habrá que opinen que ya no se construyen relaciones como las de antes, de materiales nobles y duraderos, con inmensos espacios sólo para dos. Pero lo cierto es que jóvenes y no tan jóvenes especulamos hoy en el compromiso, y eso hace que podamos encontrarnos con opciones para todos los gustos, colores y metros cuadrados. Hay corazones tamaño zulo, ideal parejas, con relaciones minimalistas o de diseño, y los hay muy pero que muy generosos, tipo loft, todo en el mismo espacio, normalmente a compartir entre varios inquilinos. Luego están los que quieren querer en zona tranquila, que suele ser sinónimo de aislada, de difícil acceso y normalmente muy comunicada, pero los que llegan a acostumbrarse aseguran que no la cambiarían por nada del mundo, menos ruido y menos contaminación. También hay amores pleno centro, siempre a pocos metros de cualquier cosa, con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva. Aquí lo importante está en saber si son exteriores o interiores, porque eso determinará si les entra mucho sol o mucha sombra. Los corazones ático normalmente tienen buenas vistas, amplios horizontes y grandes terrazas con muchas estrellas, pero en este caso es vital que dispongan de un buen ascensor para poder poner frecuentemente los pies en el suelo. Y los que están más abajo son más oscuros, dicen que más seguros, aunque claro, con lo que grita el asfalto, es mucho más difícil oir las cosas que nos va contando el cielo, como, por ejemplo, si mañana saldrá el sol.

Qué más. Ah, sí. Algunos te los venden con inquilino, lo que pasa es que no te enteras hasta que te has metido hasta las trancas. Otros parece que están muy disponibles, pero es falso, en realidad sólo están esperando a que suba la cotización de su compromiso. Aparte de eso, siempre es bueno fijarse en dos cosas más. Primero, la calefacción, mejor natural, si no quieres congelarte el día que se vaya la eléctrica (que se irá, de tanto en tanto te aseguro que se va). Y segundo, si tiene o no trastero, ese espacio donde se almacenan las cosas que parece que ya no importan solo por el hecho de que no se utilizan.

Por último, mención especial merece la mudanza, ese proceso que, a medida que te haces mayor, cada vez da más pereza, porque siempre acabas perdiendo cosas que sólo echas de menos una vez ya que te has mudado. De todos modos, antes de empezar a mirar te recomiendo primero que decidas si quieres amar de compra o en alquiler. Las dos tienen sus pros y sus contras, no te voy a engañar. Si compras tendrás la falsa ilusión de que ese amor es tuyo y de nadie másm, mientras que si alquilas, con la excusa de que no es tuyo, jamás invertirás lo suficiente como para sentirte de verdad en casa. Da igual, hagas lo que hagas, ten la seguridad de que se va a cumplir la inefable ley que rige este mercado. Bajará tu interés, seguirá subiendo el precio de todo lo que desees, y cada vez se te hará más familiar esa incómoda sensación. La de estar hipotecado. Para siempre.

"El pensamiento negativo: acierta mal y pensarás.
Risto Mejide. Ed. Espasa"

PD: Increíblemente cierto, y tú... ¿compras o alquilas? ¿que tipo vivienda prefieres? ¿cual necesitas? Yo sigo apoyando fírmemente lo ecléctico... que se le va a hacer compañeros... Saluditos a todos/as,

2 comentarios:

Seo dijo...

pufff pues no se cual soy o cual busco, pero en propiedad, no me fio del alquiler

es un texto muy bueno.el risto tiene imaginacion ahi donde lo ves


un saludo niña

奧нå dijo...

Seo: Tiene, tiene... en algo se debe de notar sus ideas de publicidad, marketing, etc, ¿no? Sabe vender productos en definitiva xD. ¡Salu2!